El
sistema de plataforma de tramitación de
expedientes licitación, o más conocido como una solución de licitación electrónica, está ganando cada vez más
adeptos. La licitación electrónica
de un tiempo a esta parte no sólo ha comenzado a ganar confianza entre ambas
partes (oferentes y ofertantes) sino que se convierte en una solución ágil y
eficiente a varios de los problemas que presentaba el sistema tradicional.
Pero
a la hora de elegir (cuando esto es posible claro), es importante conocer los
aspectos claves que hacen a una muy buena plataforma
de licitación electrónica, vale decir en algo que en los hechos sea una solución de licitación pública y no un
dolor de cabeza con el que cuesta lidiar.
El
óptimo funcionamiento de una plataforma
de licitación pública electrónica es crucial para garantizar la
participación equitativa de todas las empresas que se presenten y en definitiva
se transformen en competidoras en los procedimientos de licitación.
Dada
la creciente difusión de los procedimientos de licitación electrónica, la necesidad de garantizar el mejor (por no
decir perfecto) funcionamiento de las plataformas utilizadas por las estaciones
de contratación es cada vez más importante y, en ese sentido el primer atributo
globalmente conceptual es que la plataforma
de licitación pública (y sus responsables, claro) debe ser capaz de garantizar
que cualquier problema técnico de los sistemas no llegue a afectar la participación de empresas que compiten.
Como
se dice comúnmente: en la “tapa del libro” lo primero que se debe garantizar es
la transparencia de procedimientos. De la mano de esa transparencia vienen los
demás atributos que valoraremos tanto si somos una empresa que demanda ofertas
como una que las responde.
Pero
demos un paso más y analicemos uno a uno los atributos que deberíamos valorar a
la hora de elegir una solución de licitación electrónica
- Debe ser un entorno que garantice una comunicación ágil en ambos sentidos (empresas u organismos demandantes con empresas proveedoras de insumos o servicios)
- Para que sea una potente herramienta de preparación de ofertas, debe tener una interface intuitiva, sencilla de manejar, capaz de facilitar en todo sentido la presentación electrónica de ofertas.
- Además, debería contar con módulos afines a un proceso de licitación electrónica en sí misma, tales como módulo de Subasta electrónica, módulo de Contratación electrónica, módulo de administración y seguimientos de contratos vigentes entre otras prestaciones
- Debe ser óptima en cuestiones de seguridad. Aquí es importante valorar no sólo la funcionalidad y garantías que ofrezca la plataforma de licitación electrónica en sí misma, sino las calificaciones o reputación con que cuente la empresa que la ha programado.
- Por último y no menos importante, la plataforma de licitación pública debe ser tal que los tiempos que demande trabajar sobre ella no sean eternos y la transformen en un problema más que en una solución. La mayoría de las quejas de quienes ya hace un tiempo trabajan en este tipo de solución de licitación pública electrónica pasan por el hecho de no haber podido presentar ofertas a tiempo por demoras o mal funcionamiento. Con frecuencia las empresas especulan con el tiempo monitorean cuántas se han presentado y proceden a hacerlo pocas horas o incluso minutos antes de los plazos de cierre. Si la plataforma no provee un sólido entorno que sea a la vez ágil y seguro seguramente habrá problemas. Y muchos.